martes, 29 de marzo de 2011

Conferencia-Debate “Patrimonio y vida cotidiana en barrios de Medellín”

Conferencia-Debate “Patrimonio y vida cotidiana en barrios de Medellín”, a cargo de la arq. Gilda María Wolf Amaya, evento del que participó La Fundación Casco Histórico de Barranqueras

La Fundación Casco Histórico Barranqueras participó el Lunes de la conferencia-debate “Patrimonio y vida cotidiana en barrios de Medellín” a cargo de la arquitecta colombiana Gilda María Wolf Amaya, proveniente de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín.

El encuentro fue organizado en la Facultad de Artes, Diseño y Ciencias de la Cultura de la Universidad Nacional del Nordeste, y se llevó a cabo en el nuevo espacio con el que cuenta la casa de estudios en la ciudad de Resistencia, Provincia del Chaco. La conferencia-debate fue encabezada por el arquitecto Ronald Isler quien junto con Gilda está realizando un posgrado en patrimonio histórico y cultural en el país hermano de Cuba.

De entrada libre y gratuita, el evento estuvo destinado fundamentalmente a docentes, investigadores y gestores del patrimonio en todas sus especialidades y tuvo como objetivo principal el disertar acerca de las expresiones patrimoniales que identifican a unos barrios de otros así como también analizar la búsqueda de variantes para incorporar a ese patrimonio barrial tangible o intangible como estructurante del desarrollo local ejemplificados a través de las experiencias de trabajo en los barrios Boston, Prado y Triste, de la ciudad de Medellín.

La arq. Gilda María Wolf Amaya comparte las particularidades de uno de los barrios de la ciudad de Medellín con los que trabajó la cuestión patrimonial y la vida cotidiana

Sobre la disertante

Gilda María Wolf Amaya es Arquitecta y Magister en Estética por la Universidad Nacional de Colombia. Candidata a Doctora en Gestión y Conservación del Patrimonio por las Universidades de Granada y de la Habana. Docente-Investigadora en las Áreas de Arquitectura y Urbanismo de la F.A.U.-U.N. Colombia (sede Medellín). Vinculada a grupos de investigación clasificados en Colciencias (Sistemas de Ciencias y Tecnologías de Colombia). Ha desarrollado varias investigaciones en torno a las formas y apropiaciones de municipios y barrios, donde se intenta demostrar la función del patrimonio como estructurante del desarrollo local.


Miembros de la Fundación Casco Histórico Barranqueras comparten con la arq. Gilda María Wolf Amaya el trabajo que vienen realizando en el Sitio Histórico de la ciudad portuaria


lunes, 14 de marzo de 2011

Encuentro Regional de Agroecología 2011





La Fundación Casco Histórico Barranqueras participó del Encuentro Regional de Agroecología realizado entre los días 11 y 13 de Marzo en la Escuela de Familia Agrícola “Fortaleza Campesina”, del Paraje Buenavista, a unos 14 kilómetros de la localidad de General San Martín, Provincia del Chaco, Argentina.

La Agroecología reconoce que la naturaleza tiene derecho a existir, persistir, mantenerse y regenerar sus ciclos vitales, más que un derecho es una necesidad del hombre como especie para asegurar su subsistencia, es más el hombre forma parte de ella y solo desde esta perspectiva podrá discernir que es lo importante y que es lo superfluo. Es imprescindible compartir estos conocimientos con la gente joven, no únicamente en el marco teórico, si no también en la practica.
 
La Agroecología es además una herramienta de transformación social, fundamenta que el saber necesario para construir una sociedad más justa se encuentra en los pueblos originarios y en los pequeños productores que todavía no han sido captados por el sistema económico que privilegia el lucro en desmedro del Ambiente. El saber académico necesariamente se nutre del saber antes mencionado para no perder la perspectiva de la realidad.

La Agroecología está a favor de un campo con campesinos y como lo señala el Acuerdo firmado en 2009 para constituir el Movimiento Agroecológico de la Provincia del Chaco al que la Fundación ha adherido:

“Cuando el campo pierde una persona o una familia, las estadísticas lo informan claramente. Pero sabemos que se pierde más que un número: se pierde sabiduría ancestral, no recuperamos jamás lo que el hachero deja de hacer cuando se va; lo que el mariscador conoce de cada animal con el que ha convivido; lo que las mujeres saben de las plantas, animales y los ciclos de la luna y las estrellas…”


“La Agroecología es subversiva”

La frase corresponde al español Eduardo Sevilla Guzmán, referente mundial en la temática agroecológica y asesor de varios movimientos españoles y latinoamericanos, que muestra de manera clara la contraposición que existe entre la Agroecología y el binomio Estado/Multinacionales del negocio alimentario. Su conferencia “Agroecología: Ciencia con la gente. Una herramienta metodológica de transformación social” permitió a los productores y asistentes del encuentro repasar de qué manera el modelo productivo que opera actualmente en la mayor parte del globo y que ha sido impuesto también en nuestro territorio,  deteriora el ambiente, degradando los suelos, contaminando el aire y el agua, etc., provocando la perdida de la biodiversidad y la expulsión de los pueblos originarios y de las poblaciones rurales hacia las ciudades donde engordaran las denominadas “villas miserias” o “asentamientos”. 

Para Eduardo y el grupo de trabajo que comparte en varios países, la Agroecología es “ciencia con la gente”, es la de aquellas comunidades originarias y campesinas que se sienten parte del ambiente, nacida del método científico mas antiguo: la observación conciente, y el empleo del razonamiento como elemento para establecer relaciones. Esta sabiduría ancestral no se encuentra en grandes enciclopedias, ni en las aulas de prestigiosas universidades, sino que es trasmitida de generación en generación por las comunidades originarias y que ha sido ninguneada por los “conquistadores” que usurparon estas tierras e impusieron su pobre cultura. La Agroecología no se enseña académicamente, pues son las multinacionales del negocio agroalimentario las que financian las investigaciones científicas y auspician a las universidades creando, como en la cadena de montaje de Ford, una serie de técnicos para que defiendan y avalen sus necesidades. Las empresas que monopolizan las fases productivas en el sistema alimentario actual, aquellas que hacen de un derecho humano como lo es el derecho a la alimentación sana un negocio, que no es más que el negocio de la venta de agroquímicos y maquinaria que conforman el tan difundido paquete tecnológico; y arrobándose la posesión de un bien que de ser real la prioridad de calmar el hambre de los pueblos debería ser publico: las semillas.

“El sistema alimentario mundial genera aproximadamente el 40% de los gases que producen el cambio climático, ¿qué es lo que quiere la Agroecología?, quiere crear sistemas alimentarios locales desde las concepciones agroecológicas, es decir, que partiendo del productor se llegue hasta el consumidor sin mediaciones que generen excedente perjudicial para ambas partes” de esta manera Eduardo explica que esta unión directa entre el productor y el consumidor que propone la Agroecología permite eliminar todas aquellas mediaciones que producen contaminación, y además terminar con la extracción del excedente de ganancia que esas mediaciones también producen dando lugar a la explotación laboral de la gente. La Agroecología observa cómo se produce un producto focalizando en aquellas instancias que producen un excedente perjudicial para el productor y en consecuencia para el consumidor. Si bien ya en los mismos insumos previos a la producción este excedente está presente (en el monopolio de la semilla y en los plaguicidas que deterioran los recursos naturales, por ejemplo) el mayor excedente es generado por el proceso de circulación del producto. La Agroecología entonces apunta a detectar esos lugares y crear participativamente estructuras organizacionales que eviten esta extracción y que logren establecer nuevas reglas de intercambio justo. La Agroecología apunta a crear mercados alternativos, mercados que no funcionen con la lógica del lucro. Esto explica la tensa relación que se establece entre la Agroecología y el binomio formado por el Estado y las Multinacionales del negocio alimentario, cómplices en la mayoría de los países de la monopolización (mayor extracción de excedente) y de la degradación de la naturaleza, el tejido social y la perdida de la cultura mutada en una que promueve el consumo por el consumo mismo y el individualismo.

Miembros de la Fundación junto a Eduardo Sevilla Guzmán

 Sobre el Encuentro

El evento fue organizado por el Movimiento Agroecológico Chaqueño, que nuclea a organizaciones campesinas y diferentes instituciones como Asociación Encuentro, INCUPO, Subsecretaria de Agricultura Familiar de la Nación, INTA San Martín, Pro Huerta, Asociación Juan Penco, etc..

El encuentro contó con talleres prácticos sobre: energías alternativas (construcción de un horno económico); “Nendo dango”: siembra de semillas peleteadas con barro; Manejo de suelos (perfil, cobertura y erosión) y viveros frutales (injertos en cítricos); biofertilizantes (preparación de supermagro); tratamiento de residuos sólidos (clasificación, reciclaje y compostaje); agroforestería: manejo de algarrobo implantado; y, exposición de herramientas para la agricultura familiar ecológica con evaluación a campo.

Alguna de las actividades realizadas en el encuentro
Se narraron además, diferentes experiencias de comercialización alternativa en la zona acompañadas de la exposición y venta de productos agroecológicos, se realizaron visitas a chacras y parcelas demostrativas, y un fogón criollo en la noche del sábado con la participación de artistas locales.



miércoles, 9 de marzo de 2011

Concluye con éxito la visita guiada en el Casco Histórico de Barranqueras


Unas cincuenta personas disfrutaron el último domingo por la tarde de un paseo guiado por las calles del Sitio Histórico de la ciudad portuaria. El evento fue organizado por la Fundación Casco Histórico Barranqueras -gestora de la Ley N° 6.506 que declara Patrimonio Cultural de la Provincia del Chaco al área comprendida entre las avenidas Gaboto, Laprida y Costanera- en el marco de las continuas actividades propuestas para generar conciencia referente al ambiente y el patrimonio, en una clara acción de Educación Ambiental.

Con punto de encuentro en el Banco Nación de Av. Gaboto y Capitán Solari (ex Mueblería Bender) la visita comenzó con una exposición a través de la cual se contextualizó sobre la problemática patrimonial y ambiental del Sitio portuario, se introdujo la definición de qué es un casco histórico y qué características particulares presenta el de Barranqueras: sus orígenes, su traza; su arquitectura –asentada en una continua discontinuidad– y los materiales usados para construir; sus espacios verdes; sus personajes eternos; elementos todos que, junto con los libros y las transmisiones orales de los viejos pobladores, nos hablan de una forma de vivir, de relacionarse y de amar. 

Iniciada la charla, los vecinos barranquerences y resistencianos tuvieron la posibilidad de manifestar sus inquietudes y dudas a la Fundación respecto de cuestiones legislativas, culturales y ambientales que hacen a una de las manifestaciones históricas en pie más importantes de la región. Una vez realizada la introducción, comentados el Athletic Club, El Gallito y la Casa Bonzi, la caminata se emprendió por Capitán Solari y tuvo su primera parada en el Tanque de Obras Sanitarias frente al antiguo Surtidor Alegre y al lado de donde funcionó la Sastrería y Tintorería Elmer de Eugenio Rolón. Más adelante, el edificio de La Flota; la antigua Fonda de los Cabrera; el Almacén de Ramos Generales de los Izquierdo y la Farmacia de los Calmanash. Llegados al final de la calle, el muro de defensa levantado en 2004 dio paso a la explicación acerca de las irregularidades cometidas para su construcción, acompañada de una mención a los edificios y espacios que fueron destruidos: El Antiguo Bar Victoria, la Biblioteca Mariano Moreno, la Fonda de Ameri, el Mercado Municipal, el Bar Pilsen (de Mongué), el Antiguo Correo Central, lo de Pioli, entre otras edificaciones y espacios.

Los visitantes recorriendo el Sitio histórico acompañados por miembros de la Fundación
Doblando hacia la izquierda sobre el límite marcado por el paredón, el grupo se desplazo  hacia la Calle Gob. Goitía pasando frente a los edificios de la primera Escuela de Educación Secundaria “José Hernández” (ex sucursal de la compañía SanCor); el primer Banco Nación y el edificio de la Policía. Prosiguiendo por la misma calle, el siguiente punto de parada sobre la Calle Simeón Borda permitió a los caminantes apreciar la antigua Carbonería Inzunza; la casa de la Familia Serratrice; el Rincón de los Niños; el Sindicato de Aceiteros, donde también había funcionado por primera vez la Escuela N° 30 General San Martin, hoy ya centenaria, convirtiendo a la calle Gob. Goitia en la génesis de la educación de Barranqueras al haber funcionado en ella las primeras instituciones de educación primaria y secundaria; las Casas de Capeta y Fernández y el antiguo Bar La Negra (de los Flego). Más adelante, los visitantes se encontraron con el Antiguo Cine-Teatro Buenos Aires; el Paseo de los Artesanos (espacio provisto por la demolición innecesaria de la antigua Escuela N° 345); los espacios antes ocupados por los ya demolidos Almacén de Ramos Generales Baisotti y el Comedor y Hospedaje Transitorio La Helenita, así como también el espacio ocupado por el antiguo Chalet Dodero (ex Escuela N° 345, ex Monjas Tercermundistas) hoy ocupado por una construcción clandestina (sin cartel de obra). 

Doblando por la Calle Tte. Bosh y luego por Calle Alferes Aguilar, el recorrido llegaba a su fin habiendo pasando por la Capilla Sagrado Corazón; el Anexo de la Escuela N° 345; el primer Sanatorio (edificio ya destruido) y la Antigua Municipalidad arribando al Banco Nación. 
Luego de compartir emociones, anécdotas e inquietudes durante el paseo, en un ambiente ameno y distendido, los miembros de la Fundación vieron con reconfortante sorpresa la gran afluencia de jóvenes y el interés que estos demostraron. Finalmente, la actividad concluyó con una reflexión grupal, en donde no faltaron voces de apoyo hacia el trabajo de la Fundación, pero sobretodo la concientización sobre los valores que el cuidado patrimonial logra inculcar en las nuevas generaciones como lo son el respeto por el ambiente, el cuidado de los espacios y edificios que contienen historias de vida que nos identifican y que significan las raíces de las que nos nutrimos otorgándonos en definitiva una base sobre la cual construir un futuro compartido.