En el marco del conflicto por las obras clandestinas en el sitio portuario, el Departamento de Asuntos Jurídicos del Instituto de Cultura del Chaco emitió un Dictamen con el objetivo de poner en autos a la Municipalidad de Barranqueras y al Juzgado de Faltas de la misma localidad sobre el carácter de Patrimonio Cultural de la Provincia del Chaco que reviste al Casco Histórico de Barranqueras.
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En las imágenes que adjuntamos queda de manifiesto el buen accionar del Municipio de Barranqueras, que tal como lo habían manifestado el día de ayer en la reunión, colocaron la “faja” de “obra paralizada”. Sin embargo, también se ve como -minutos después- un buen número de personas ingresan al terreno, quitando la mencionada “faja” y descargando materiales para la construcción.
Además, a quién en las fotos se lo puede apreciar con: pantalones cortos negros, remera de tonos claros y gorra -caminando hacia el terreno- es el individuo que dirigió improperios y amenazó a la esposa y madre -respectivamente- de Eugenio Rolón y Eugenio Rolón (hijo). Ello ha quedado refrendado en la Denuncia que la damnificada realizare el día de la fecha en la Comisaría Primera de Barranqueras (también en adjuntos).
En el marco del conflicto por la construcción ilegal de obras en el Casco Histórico Barranqueras, la Fundación Casco Histórico Barranqueras y vecinos de la ciudad portuaria presentaron notas dirigidas al Intendente de Barranqueras Magda Ayala, al presidente del Instituto de Cultura Mariela Quiróz, y a la Secretaria de Desarrollo Territorial y Ambiente Marta Soneira.
Publicado en Revista Resumen Latinoamericano (ver aquí)
Se puede cuestionar casi todo, pero lo que resulta indiscutible es aquello que favorece a una minoría. Pero no a cualquier minoría, a la minoría de quienes ostentan el poder real, de quienes concentran la mayor parte del capital.
Esa minoría tiene sus “representantes” locales, sus capataces, aspirantes a -lo que nunca llegarán a ser-: pequeños burgueses. Pero si, a quienes se aplica el precepto aportado por Bertolt Brecht: no hay nada más parecido a un fascista que un pequeño burgués asustado.
En este sentido, la propiedad privada representa el elemento legal de mayor relevancia y que por ende con más recelo cuidan dichos sectores. Cuando, en realidad, los derechos constitucionales que debieran primar son aquellos vinculados a la supervivencia y la vida digna. Para ello, no debe olvidarse que habitamos un mundo finito, con límites: geográficos, de capacidad de carga, en definitiva: ambientales en general, por cuanto la concentración de riquezas, la existencia misma de “ricos” implica ineludiblemente la de grandes sectores carenciados: “pobres”.
