lunes, 9 de agosto de 2021

Si el Ambiente es víctima... la comunidad también lo es

De carpetas y ríos

Los ríos Negro y Tragadero se encuentran “en carpeta” para ser declarados patrimonio de los chaqueños. Ahora, que leemos -con grata sorpresa- que el “compromiso ambiental”  de los candidatos del “Frente de Todos Chaco” implica “el cuidado del suelo y del agua”, “la protección de los humedales” y “la implementación de […] la Ley de Corredores Biológicos”, además teniendo en cuenta que uno de ellos es Mariela Quirós (actual presidente del Instituto de Cultura), sumado a los numerosos apoyos de la comunidad e instituciones que ha recibido dicho proyecto, solo podemos aguardar a que se haga realidad con la prontitud que amerita. Pues: ¿para qué esperar a ser legisladores? si la posibilidad de proteger los humedales y todo aquello que sostienen anhelar la tienen ahora. Si esta declaración finalmente se produjese, ese verdadero monumento natural del Chaco sería preservado en toda su magnitud -tanto natural como cultural (PCI)- para el goce de todos los pobladores y no solo para unos pocos privilegiados. Sin embargo, algunos ecónomos del municipio de Resistencia avanzan con la eufemística “rezonificación”, más precisamente: privatización, que afectará las áreas del -hasta ahora- dominio público. Todo ello, a pesar de que obran concurrentemente la Ley General de Ambiente (nacional) y la Ley provincial de patrimonio: Ley N° 1400-E; Atento a que los antes mencionados “bienes” resultan “susceptibles” de ser declarados patrimonio, y se encuentran por ende amparados por el principio precautorio de la mencionada norma nacional, debiera inexcusablemente ponerse en suspenso todo aquello que pudiera afectarlos, más aún ante el marco de una de las mayores sequías de los últimos años.

Negligencias de cada día

El Casco Histórico de Barranqueras y sus antiguos pobladores, algunos de ellos 3ra y 4ta generación de familias que allí se han asentado, no tienen descanso por los numerosos impactos negativos con que se los asola. A las construcciones irregulares ya denunciadas, se le ha sumado la ¿negligente? actuación de la empresa SAMEEP, que ante una pérdida ocasionada en una de sus cañerías, ha actuado de manera irregular generando más impactos negativos. Por sólo mencionar algunos: la falta de contención-manejo de las “externalidades” de obra y sus consecuentes riesgos y daños (a bienes edilicios y veredas); Y la ausencia en el fundamental proceso de comunicación con vecinos (paso básico e ineludible de cualquier manual -y de las buenas prácticas- que se precie de actual y conforme a las perspectivas internacionales de Responsabilidad Social Corporativa). Como si esto fuera poco, en fecha 28 de julio de 2021, se apersonó para operar con herramientas neumáticas con las cuales asentar la tierra con la que cubrieron el “poso” por ella realizado; generando vibraciones que no serían recomendables en un sitio patrimonial, en especial cuando cuenta con antiguas construcciones asentadas en barro. Todo ello, evidencia un total desapego por el cuidado de lo que constituye el patrimonio de todos los chaqueños, ya que: a) la ley en argentina no admite desconocimiento, y el Casco Histórico de Barranqueras se encuentra protegido por la Ley provincial 1804-E tanto como por la Ordenanza N° 5880 del municipio de Barranqueras. Amparado por la Ley General de Ambiente de la Argentina y tratados internacionales de jerarquía constitucional. b) le fue informado personalmente a la Ing. Liliana Indurain, que la empresa se encontraba operando en un sitio patrimonial.

El patrimonio en riesgo

Por su parte, anuncian la consolidación definitiva del Tramo III del sistema de defensas contra inundaciones, sin más información y sin audiencia pública, pero -en apariencia- para habilitar el tránsito de vehículos de todo porte por encima de ella. Esto solo confirmaría lo que vecinos de Barranqueras y profesionales de la arquitectura, la ingeniería entre otros advirtieran desde el año 1998: más que una obra de defensa en exclusividad, estamos en presencia también de una obra vial (posible vía primaria de comunicación), siendo sus consecuencias irrefutables: de concretarse el proyecto, el Casco Histórico de Barranqueras nuevamente se encontrará a merced de nuevos impactos: vibraciones; ruidos molestos; gases de combustión; desplazamiento de partículas por el tránsito vehicular; una vista “privilegiada” de quienes transiten por este lugar hacia los patios y demás espacios internos de las casas de los vecinos y con ello la pérdida de su privacidad; por solo nombrar -someramente- algunas pocas.

La pavimentación como “caballito” electoral 

A todos los funcionarios que hacen gala del número de cuadras pavimentadas como plataforma de campaña, quiere vencer por amplia ventaja -como si de competencia olímpica se tratase- el actual Gobernador Capitanich. Si lo logra, podríamos llamarlo “El gran impermeabilizador”. Resulta arto conocido el impacto de impermeabilización que genera la pavimentación de las calzadas; a ello se le suman la contribución al fenómeno de islas de calor que aumenta notablemente la temperatura de las ciudades; al aumento de la escorrentía superficial, entre otros. Cabe preguntarse entonces: a) Cuándo se refieren al cambio climático ¿su preocupación es real? b) los funcionarios -como Soneira- y asesores del gobernador: ¿no le habrán anoticiado que existen desde hace muchos años alternativas para la consolidación de calzadas que disminuyen los impactos ambientales negativos? Sean del color político que sean, está claro que “el pavimento” puede acaparar el voto de algún desprevenido, pero ello no elude a los ecónomos del estado de la responsabilidad de velar por el bienestar común, buscando alternativas a lo “clásico” y dañino.

La famosa “planificación estratégica”

Todo lo aquí reseñado nos habla a las claras de una planificación anti-ambiental, aunque nuestros funcionarios se ufanen de contar con el latiguillo de “planificación estratégica”; la inacción, ausencia, connivencia o incompetencia por parte de funcionarios que además adolecen -como se presume evidente- de la capacidad para analizar al Ambiente como se debe: de modo holístico; y, el siempre presente -aunque no por ello menos lamentable- sentido común del Desarrollo Sustentable o Sostenible, del que se valen para aprovechar su marcado e ineludible carácter ambiguo y así, “pintarse de verde”, aunque ello no implique en absoluto una esperanza, sino un negro futuro consumado.

Por último, nos preguntamos una vez más: ¿seremos -como Icaro- castigados por querer acercarnos a la verdad?


Fundación Casco Histórico Barranqueras


Nota publicada en Diario Norte (para acceder: clic aquí)

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